Hay lugares en la ciudad que recuerdan capítulos de la historia de un país. Para Uruguay, uno de esos lugares es la Plaza de la bandera en Montevideo, una expresión arquitectónica del patriotismo que convulsionaba en tiempos de dictadura y su intento por rescatar el sentimiento de nacionalidad que hasta el momento estaba en situación de crisis.
Visitarla es reconstruir con imagenes y pensamientos la sobriedad de su pasado, cuya arquitectura recrea en terminos simbolicos el territorio de pradera y cerro apreciados a través de una máxima obra uruguaya y una bandera que flamea orgullosamente el bicolor del país.
Restaurar sus 11.800 metros de superficie no demuele el pasado reciente, sino que transforma su significado en un símbolo de fuerza y resistencia de Uruguay ante un gobierno defacto que jamás volverá a repetirse.
Los monumentos y áreas verdes de la también llamada Plaza de la Democracia reciben a los cientos de turistas que posicionan la ciudad como séptima más visitada de América Latina, atraídos por la admiración que despierta contemplar una joya en forma de anfiteatro circular que recuerda el emplazamiento donde tuvo lugar la histórica Asamblea uruguaya de 1813.
En ella, coalicionan turistas y residentes que de noche esperan ver las 50 columnas con lámparas led que iluminan el elevado nivel artísticos de sus monumentos y caminos pavimentados, además de las luces indirectas en la base de los bancos que recuerdan la fortuna de apreciar una maravilla sostenida en Uruguay.
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Donde está ubicada la Plaza de la bandera
La dirección de la Plaza de la democracia permanece con el paso del tiempo. Ubicada entre entre Avenida Italia, Bulevar Artigas y la Avenida 8 de Octubre, en Tres Cruces; Montevideo, corresponde a una zona estratégica de la ciudad, pues en ella coinciden tres grandes arterias de tránsito de la capital.
En sus inmediaciones, se encuentra la construcción del terminal Tres Cruces que reúne los buses con rutas de larga distancia, dirigidos hacia la gran mayoría de centros poblados importantes del país. además de Argentina y el sur de Brasil.
La zona de ha dinamizado enormemente el lugar, pues en este punto de la ciudad se congregan varias instituciones médicas, Médica Uruguaya, Hospital Británico, Hospital Italiano, Hospital Pereira Rossell, las que atienden a más de un millón de personas.
Historia de la Plaza la Democracia
Nace una obra artística
La construcción de la Plaza de la Democracia de Montevideo constituyó un discurso altamente simbólico y político para la época, pues corresponde a una de las prácticas artísticas erigidas durante la dictadura cívico-militar uruguaya comprendida durante los años 1973 y 1985.
Para ese entonces, la dictadura de Juan María Bordaberry Arocena clausuró la Escuela Nacional de Bellas Artes durante los 12 años de dictadura, provocando una fuga de artistas e intelectuales que reaccionaron ante la censura impuesta por un régimen que no solo les impedia formarse intelectualmente sino también expresar libremente sus ideas mediante el arte.
El vació educacional en la enseñanza y teorización de las Bellas Artes interrumpió el proceso innovador de enseñanza iniciado en los años 60. Con el tiempo, dicho vacío se intentó llenar con el surgimiento de numerosos “Talleres de Artistas” en la ciudad de Montevideo que cumplirían una función pedagógica muy importante para las Artes Plásticas.
Estas nuevas políticas de educación cultural, denominadas “Nuevo Uruguay”, fueron concebidas con el fin de impulsar el nacionalismo que, indiscutiblemente, desaparecía en el país. Intelectuales de todas las ramas culturales que apoyaban la dictadura debían instruir, de forma obligatoria, a los jóvenes de la sociedad y apegarse a las políticas educacionales culturales que se fueron desarrollando.
Para poder afianzar su deseo de patriotismo, el régimen construyó nuevos espacios urbanos en el país como: “El Mausoleo” de la Plaza Independencia y el “Monumento a la Bandera” de la Plaza de la Nacionalidad Oriental.
Inauguración de la Plaza de la Democracia
El 15 de diciembre de 1978, abanderados de toda la República y las más altas autoridades nacionales, presidieron un acto de inauguración multitudinario y fervoroso que constituyó un hito altamente simbólico y evocativo. La patria toda celebraba la construcción de la Plaza de la Nacionalidad Oriental, como se llamaba antes la Plaza de la Democracia, donde también se erigia el Monumento a la Bandera.
Construida en tiempo récord la Plaza de la Nacionalidad Oriental también alzaba un mástil de 30 metros de alto, en el que flameaba una Bandera Nacional de 12 metros de largo por 8 metros de ancho, frente a la cual desfilaron más de 20 mil hombres en digno homenaje a todos aquellos que formaron la patria y también en afirmación permanente de la Orientalidad.
El discurso inaugural pronunciado en el festejo definió a la construcción como una expresión arquitectónica de firmeza, sencillez y austeridad ofrecido a la juventud compatriota, al tiempo que llamaba a recurrir a la imaginación y creatividad para pensar genuinamente en Uruguay, deseo que debía latir en los corazones de una juventud vibrante y disciplinada.
Cuando en el año 1985 se produce la denominada normalización institucional, uno de los primeros cambios de ese periodo fue la de sustituir el el nombre original de la Plaza de la Nacionalidad Oriental por el de Plaza de la Democracia. también conocida como Plaza de la Bandera. Dicho cambio desjerarquizó un concepto básico de ser nacional y de la historia, como es haber herido injustamente el sentimiento patriótico, del que prominentes hombres públicos parecen carecer.
La Plaza de la Democracia y la modernidad
Por algunos años, la Plaza de la Democracia fue utilizada como estacionamiento durante la ampliación del centro comercial y terminal Tres Cruces. El gobierno de Uruguay permitió, tan penoso uso, gracias a un convenio que dictaba la posterior restauración de la plaza a cargo de la misma empresa mobiliaria que desempeñaba la construcción del terminal.
Dicho proyecto surgió de la aplicación de propuestas presentadas por diversos ciudadanos en un concurso de ideas realizado en el año 2011. Su recuperación demandó un año de trabajo donde se reconstruyó, por completo, el área comprendida entre bulevar Artigas, avenida 8 de Octubre y la calle Avelino Miranda.
En sus 11.800 metros de superficie fueron reformados el Monumento de la Bandera, los espacios pavimentados y las áreas verdes. La Plaza de la Bandera también dispone de un nuevo sector central en forma de anfiteatro circular que permite distintos usos como plaza y espacio de reunión.
Sobre la esquina de Avelino Miranda y bulevar Artigas se creó un espacio delimitado y protegido para brindar un área de juegos infantiles, que incluye módulos integradores para niños con capacidades diferentes.
Nunca Más
El 27 de junio del año 2017, Uruguay conmemoró 44 años de Golpe de Estado con la inauguración del monumento Nunca Más, en homenaje a los detenidos desaparecidos durante doce años de dictadura.
La obra fue creada en 1986 por el escultor uruguayo Rubens Fernández Tudurí, quien esculpió en bronce a dos figuras humanas desnudas de 2, 40 metros de altura, las cuales se muestran encapuchadas y con las manos atadas en su espalda.
El monumento se encuentra erigido sobre un pedestal de hormigón, el cual fue pensado para ubicarse en un lugar estratégico de la ciudad.
Bandera de la Plaza de la Democracia
En diciembre de 1978, también se conmemoraba el sesquicentenario de la resolución sobre el diseño de la primera bandera de uruguay que adoptó la Asamblea Constituyente reunida en la Villa de Guadalupe, actual Canelones, el 18 de Diciembre de 1829, por lo que Plaza de la Nacionalidad Oriental erigio un Monumento a la Bandera que hoy flamea orgullosamente los colores de Uruguay.
Actualmente, el mástil luce la bandera oficial del país, también conocida como Pabellón Nacional, la cual fue modificado por la Asamblea General Constituyente en ley del 11 de julio de 1830. A partir de entonces, la bandera de Uruguay posee cuatro franjas de color azul celeste y cinco de color blanco, que representa el número de sus departamentos.
El símbolo del sol refiere al Sol de Mayo, como homenaje al dios del sol Inca, importante deidad en la cultura uruguaya, de ahí su círculo radiante, con cara, irradiando 16 rayos rectos e intercalados.